jueves, 1 de febrero de 2018

Jueves 01/02/18. Desterrando estereotipos.


Tras ver un vídeo en el que se ponía de manifiesto cómo a veces el sistema educativo crea "odiadores" de determinadas materias, el profesor ha planteado la siguiente pregunta: "¿A qué pueden deberse las DA en los conocimientos científicos?; ¿Cómo podríamos superarlas?". 
Pues bien, soy de la opinión que cualquier actividad que mande un profesor ha de tener una finalidad. Y que, además, en la medida de lo posible, debe ser un aprendizaje funcional, que nos sirva en nuestra vida. Sólo así puede ser un aprendizaje significativo. Mandarle a un niño que se aprenda todos los nombres de los minerales existentes, por ejemplo, sería una actividad carente de sentido. 
Después, nos ha pedido realizar una tarea que, sin duda, no ha dejado indiferente a nadie: dibujar un científico. Pues bien, tras poner en común todos los dibujos hemos podido observar cómo la gran mayoría de la clase nos hemos dejado guiar por los estereotipos. Así pues, casi todos los científicos dibujados eran hombres de mediana edad, con pelo alocado, gafas y/o otros complementos de laboratorio, tales como bata, probetas, etc. 

Es necesario que desterremos falsos mitos y, este dibujo, me hizo reflexionar. Para acercar las ciencias a mis futuros alumnos lo primero que haré será desterrar estas ideas preconcebidas que tengo sobre la ciencia.
 A continuación, hablamos de cómo acercaríamos las ciencias a nuestros alumnos y de la actitud que cada uno de nosotros tiene hacia ellas. En mi caso, mi actitud es, en parte positiva y en parte negativa. Positiva, sobre todo respecto a las matemáticas, que siempre me han encantado. Además, las ciencias son lógicas, demostrables... y esa objetividad me gusta. Recuerdo que cuando demostraba algún problema y comprobaba que la solución era la correcta, me corría una adrenalina por el cuerpo indescriptible. Era un "subidón total". Y eso no lo he vivido jamás haciendo un comentario de texto, por ejemplo (sin menospreciar este tipo de materias, que también las considero importantes). 
Sin embargo, también tengo una actitud negativa y, sobre todo, crítica (más bien de enfado) con los profesores que me han impartido clases de ciencias a lo largo de mi vida, porque jamás pisé un laboratorio y eso creo que es inconcebible. 
En conclusión, creo que las ciencias me gustan más por mi actitud que por los profesores que he tenido, porque... sinceramente... si fuese por ellos odiaría las ciencias al igual que muchos de mis compañeros/as. 
Para terminar, os dejo con esta viñeta de Frato muy ilustrativa de mi propia experiencia escolar. 

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