Hoy la clase ha sido diferente. Hemos asistido a una conferencia celebrada en la UA, concretamente en el salón de actos del Aulario 2, donde se ha hablado de "Metodología y materiales Montessori". Cuando mis compañeras y yo llegamos, la conferencia ya estaba empezada, pero nos fue imposible llegar antes porque teníamos clase de otra asignatura.
Si bien en algunos momentos la conferencia me pareció algo tediosa, hubo cosas interesantes que se dijeron en ella que hoy voy a recalcar en mi post. Lo primero que me llamó la atención del método Montessori, es que se centra en que el aprendizaje gire en torno a cuatro áreas:
- Vida práctica, esto es, otorgarle al niño/a la posibilidad de ser completamente autónomo, con actividades como abrir y cerrar botes, atarse los cordones, limpiar la mesa, etc.
- Área sensorial, con el matiz de no sobreestimular al niño/a con material fantástico, sino ofrecérselo de manera progresiva conforme esté preparado/a.
- Área del lenguaje.
- Área de matemáticas. Los niños/as obtendrán mayor éxito en estas dos últimas áreas si tienen adquiridas competencias suficientes en cuanto a la vida práctica y el área sensorial.
Además, me llamó poderosamente la atención el papel que juega el maestro/a en las situaciones de enseñanza-aprendizaje, actuando como guía y reconductor/a, más que como transmisor/a de conocimientos. En este punto de la conferencia -y para que visualizásemos el papel del profesor/a-, se hizo un ejemplo práctico utilizando las barras rojas como material.
En este instante es cuando la charla me pareció más densa y aburrida, puesto que se podría haber explicado lo mismo, sin tanto rodeo. Para que vosotros/as lo entendáis, lo que se vino a decir es que la función del maestro/a en todo momento es la de GUÍA. Le ofreceríamos el material al niño/a y si, por ejemplo, éste usa la barra roja como espada, es que no está en su momento, por lo que le daré algo de su interés y le ofreceré el material otro día, cuando se encuentre preparado/a. Cuando el niño/a esté centrado/a, utilizaremos el material, pero ¿cómo? Pues bien, aislando la dificultad, es decir, iremos de lo más sencillo a lo más difícil (menos es más). Y cuando el material esté dominado, seguiremos adelante proponiéndole nuevos retos intelectuales cada vez más difíciles. De este modo ayudaremos al niño/a a que vea el material como potencial de aprendizaje y no como una espada u otra cosa similar.
Durante toda la explicación, se me planteó una duda: ¿Qué pasa con el resto de alumnos/as? Pude resolverla, puesto que a otra chica también se le había planteado la misma pregunta y, cuando acabó la conferencia, la hizo en voz alta. Se le contestó que, además de existir dos guías Montessori por clase, los alumnos/as estarían trabajando por rincones de manera autónoma, por lo que el maestro/a se dedicaría a ir alumno por alumno un ratito al día, ayudándoles de manera individual como habíamos visto. Esto no me dejó muy convencida, puesto que veo muy complicado la aplicación de este método tal y como fue explicado en la conferencia, cuando tienes un aula de 25 alumnos o más, cada uno de ellos con sus necesidades y sus particularidades. Sin más, me despido. Espero que la crónica de hoy os haya gustado, un saludo.


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